El Drenaje Linfático es una práctica de masoterapia que ha ganado gran popularidad durante esta última década. Esto se debe a que es una técnica sencilla, accesible y altamente efectiva. Si quieres conocer más sobre esta práctica y la serie de beneficios que puede traer incorporarla a tu rutina, ¡sigue leyendo!
¿CÓMO FUNCIONA1?
El sistema linfático es el encargado de transportar a lo largo del cuerpo un líquido blanquecino llamado "linfa", el cual contiene células que atacan a las bacterias de la sangre. Este sistema cumple una doble función en nuestro organismo. Por un lado, se encarga de depurar y eliminar del organismo las toxinas y sustancias de desecho. Transporta los desechos derivados de la nutrición de las células hasta la sangre, donde posteriormente los lleva al sistema excretor para eliminarlos. Por el otro, protege al organismo al modular la respuesta del sistema inmunitario frente a bacterias, virus y otros agentes que afectan la correcta función del organismo.
Cuando el sistema linfático no puede depurar las toxinas de ciertas zonas es que los líquidos y sustancias se estancan, generalmente en zonas como piernas y brazos, provocando hinchazón y malestares en las extremidades. Fue para asegurar el correcto fluir de la linfa a través del cuerpo y fortalecer el sistema inmune que se desarrollaron técnicas como la del drenaje linfático.
EL DRENAJE LINFÁTICO: ¿QUÉ ES?
El drenaje linfático es una técnica que se vale de movimientos ligeros y rítmicos sobre diferentes zonas del cuerpo, con el objetivo de promover la circulación de la linfa y desplazarla hacia territorios linfáticos sanos para lograr su evacuación hacia el torrente venoso. Es por esto que el drenaje linfático se utiliza principalmente para los problemas de retención de líquidos, tratamiento de la celulitis, problemas de circulación, piernas cansadas, procesos de cicatrización, acné, edemas, entre otros.
A continuación, encontrarás el detalle de todos los beneficios de salud y belleza que tú también podrías obtener al incorporar esta técnica en tu rutina.
*Favorece la circulación: facilita la evacuación de sustancias nocivas y líquido del tejido superficial, lo que su vez promueve la correcta circulación linfática y sanguínea. Esto resulta beneficioso en el tratamiento de problemas derivados de la mala circulación, como las varices.
*Reduce dolores derivados de la inflamación: al evacuar el líquido acumulado disminuye la presión local que provoca inflamaciones, por lo que tiene una función sedante sobre el dolor. Por esta propiedad, resulta especialmente efectiva en el tratamiento de la fibromialgia.
*Fortalece el sistema inmunitario: al estimular el movimiento de la linfa se favorecen los mecanismos inmunológicos, contribuyendo a mejorar las defensas del organismo.
*Disminuye el estrés: el drenaje linfático provoca la relajación del sistema nervioso, por lo que resulta ideal para aliviar los síntomas de estrés y ansiedad, además de combatir efectivamente los efectos de patologías como las migrañas y el vértigo.
*Mejora la calidad de la piel: al favorecer la circulación de la sangre disminuye la aparición de bolsas y arrugas, además de ayudar a combatir afecciones a la piel como la celulitis y el acné.
*Acelera la curación de los tejidos: estimula el flujo sanguíneo, lo que mejora los procesos de cicatrización y regeneración además de evitar inflamaciones y producción de edemas. Es por esto que se recomienda como cuidado postoperatorio.
En conclusión, debido a estos y más beneficios que trae consigo el drenaje linfático para el organismo, es que esta técnica se indica especialmente en casos de...
- Acné
- Celulitis
- Varices
- Fibromialgia
- Linfedema
- Edemas por embarazo (prevención de estrías, piernas cansadas)
- Edemas linfoestáticos (tras extirpación mamaria)
- Edemas del sistema nervioso (migrañas, dolores de cabeza, vértigo)
- Edemas postoperatorios (mejora el proceso de cicatrización)
- Edemas de origen traumático (hematomas, luxaciones, distensiones y desgarros musculares)
- Artritis, artrosis, tendinitis
- entre otros.
CÓMO OBTENER LOS BENEFICIOS DEL DRENAJE LINFÁTICO EN TU HOGAR
Ahora que ya conoces algunos de los numerosos beneficios del drenaje linfático, seguramente querrás probarlo por ti misma. La buena noticia es que es posible aprovechar todos estos beneficios sin necesidad de salir de casa y ni gastar demasiado dinero.
En MAREA contamos con nuestra Pala de Drenaje Linfático, que ya es el favorito de muchas mexicanas por su efectividad y facilidad de uso. Con ella podrás estimular tu sistema linfático y facilitar la eliminación de las toxinas de tu cuerpo. Con un uso correcto y continuo, podrás comenzar a notar cambios desde las dos semanas. Tan sólo necesitas de 30 minutos al día.
Nuestra Pala de Drenaje Linfático MAREA es una herramienta corporal hecha de madera natural de pino caído, proveniente del Valle de Bravo mexicano. Que sea de pino caído significa que no talamos árboles para la elaboración de nuestras palas, sino que aprovechamos la materia de los pinos caídos por causas naturales.
Su composición y finalización a mano la hace ligera y suave al tacto. Cada una de nuestras palas pasa por un fino proceso manual, para asegurarnos de obtener un producto de la más alta calidad. Por su ligereza, es ideal para llevar sus beneficios contigo a donde sea que vayas.
Su diseño curvo está pensado para masajear con facilidad cualquier zona del cuerpo, y así estimular la circulación del líquido linfático. Sus bordes irregulares permiten distribuir la presión del masaje de manera uniforme, además de estimular la circulación de amplias zonas del cuerpo con una sola herramienta.
CÓMO UTILIZAR LA PALA DE DRENAJE LINFÁTICO MAREA
Para obtener todos los beneficios de la Pala de Drenaje MAREA te recomendamos seguir las siguientes indicaciones:
1. Hidrata tu piel con aceite orgánico. Esto facilitará el deslizamiento de la pala sobre tu piel y evitará fricciones e irritación innecesaria. Nuestra recomendación es el aceite de almendras, pero puedes usar tu aceite corporal favorito.
2. Masajea la zona deseada con movimientos lentos y constantes, con presión moderada. El masaje debe de sentirse suave y relajante, si sientes molestias o dolor deberás disminuir la presión.
3. Continua con el masaje durante un tiempo aproximado de 15 a 30 minutos, recordando atender piernas, brazos, glúteos y abdomen.
4. Repite diariamente y disfruta de los resultados. ¡Tu piel y cuerpo te lo agradecerán!